martes, 8 de octubre de 2013
Trilogía de color.
Este verano fue a parar a mis manos el decálogo de Krzystof Kieslowski. Quedé enganchado en el primer episodio "Amarás a Dios sobre todas las cosas". Cuando el padre descubre lo que le ha ocurrido a su hijo, me recorrió un escalofrío. En cada capítulo se narra el dilema al que se debe enfrentar un grupo de personas que viven en un edificio en Varsovia. Entre todos, mi favorito es "No cometerás adulterio".
Justo al terminar de ver la serie recordé como ha gustado siempre la forma en que Kieslowski ahonda en los sentimientos de los personajes. Es curioso porque en sus películas los actores prácticamente no hablan, pero puedes imaginar perfectamente lo que están pensando.
Pensé que hacía bastante que no veía la trilogía de color, la cual me encanta. De hecho en la casa de mis padres aun sigue colgado el cartel de "Azul", en mi antigua habitación. Es fantástico comprobar que con el paso del tiempo una película puede seguir diciéndote tanto.
Tengo muchos momentos favoritos en "Tres colores (Azul, Blanco, Rojo)" pero los primeros que me vienen a la cabeza son Juliette Binoche arrastrando su mano por el muro de piedra mientras camina y el libro del estudiante de leyes ,Auguste, abierto al azar por la página del examen en "Rojo".
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