Acabamos de pasar la Noche de los Difuntos, también conocida como Halloween. Es una buena excusa para disfrutar de algún clásico del cine de terror.
De entre todas las películas de este género me he decantado por
Carrie (1976). Siempre me ha parecido que está narrada de un modo fabuloso por
Brian De Palma. El prologo o la fatídica escena del cubo de sangre son buenos ejemplos de ellos. Además en esta cinta descubrí a la gran
Sissy Spacek. Una de esas grandes actrices que sin ser especialmente bellas pueden lucir como nadie en la pantalla.
Por otra parte, creo que si se tuviese que hacer una lista de los vestidos más celebrados en la Historia del cine, sin duda el que lleva Carrie a su fiesta de graduación debería estar en los primeros puestos. Eso si, después de ser "customizado" por su compañera de instituto Chris ( interpretada por
Nancy Allen).
A pesar de ser una película de miedo, creo que el componente dramático está al mismo nivel o incluso lo supera. Es una historia muy triste. Un relato de una adolescente que no tiene nada de suerte en la vida. Ella es una marginada entre sus compañeros y su entorno familiar es un inconveniente más. Una combinación explosiva, que por desgracia sigue estando en vigor.